Seguro alguna vez habrás escuchado la expresión bien mueble y bien inmueble, pero desconoces la distinción de estos dos términos.
En ese caso, para conocer muy bien la diferencia entre bien mueble y bien inmueble, hemos preparado el siguiente post.
Esta es una disyuntiva frecuente que se distingue entre dos tipos de bienes, y su capacidad para moverse de un lado a otro o no.
Conoce ahora sus principales características y diferencias, y despeja cualquier duda para que puedas adquirir cualquier propiedad sin problemas.
¿Qué son los bienes?
Los bienes son las posesiones de una persona o empresa, es decir el conjunto de propiedades o riquezas, y como patrimonio el término se refiere al conjunto de propiedades de uno o varios sujetos, y pueden ser de dos tipos: bienes muebles y bienes inmuebles.
¿Qué son los bienes muebles?
Los bienes muebles son propiedades que pueden moverse o trasladarse de un sitio a otro, aunque estos no suelen llevarse encima mientras la persona se desplaza.
Este tipo de bienes tiene la particularidad de mantener tanto su integridad, como la del inmueble en el que se ubican.
¿Qué son los bienes inmuebles?
Los bienes inmuebles, a diferencia bienes muebles, no pueden desplazarse es decir son posesiones que están anclados al suelo.
A este tipo de bienes también se les denomina bienes raíces, siendo una propiedad que no puede trasladarse, pues sus características impiden el movimiento.
En este grupo se incluyen las casas, parcelas, naves industriales, edificios, terrenos, y cualquier posesión tangible que forma parte del territorio y los derechos que estén asociados.
Entre las características de un bien inmueble, destaca que su desplazamiento suponga la destrucción o deterioro de la propiedad.
¿Cuáles son las principales diferencias entre bien mueble y bien inmueble?
Entre las principales diferencias del bien mueble y bien inmueble, destacan su capacidad para trasladarse, y es que los bienes inmuebles no pueden moverse sin sufrir un deterioro, mientras que los bienes muebles pueden cambiar de lugar sin afectar a la estructura o valor.
Los bienes inmuebles están anclados al suelo, y están unidos de forma inseparable al terreno, a diferencia del bien inmueble que se puede separar del terreno sin ocasionar daños a dichos bienes.
Es decir, los bienes muebles no se relacionan con las coordenadas que reflejan una ubicación como una dirección, mientras que los bienes inmuebles están atados a las coordenadas de una ubicación.
Un ejemplo sencillo de un bien mueble, es el mobiliario de un lugar, la decoración, los coches, y los aparatos electrónicos, entre otros. Mientras que los bienes inmuebles son los terrenos o parcelas, las casas, y las naves industriales.
Como regla general, los bienes muebles no están sujetos a registro estatal, mientras que los bienes inmuebles están sujetos al registro estatal.
Si se desea establecer diferencias de forma jurídica y tributaria, será necesario basarse en la legislación de cada país, pues en algunos países determinados bienes muebles tienen una consideración similar a la de los bienes inmuebles, y será necesario consultar la legislación de cada estado.
Por otro lado, dentro de los bienes muebles también se consideran a los bienes intangibles que no gravan un bien inmueble. A diferencia de los bienes inmuebles que se distingue entre bienes fungibles y los no fungibles que no se gastan con su uso.
También existen otros indicadores de la disimilitud de los tipos de bienes inmuebles considerados. En lo que se refiere a bienes muebles, normalmente no requiere registro estatal.
Principales características de los bienes inmuebles y bienes muebles
A continuación te las resumimos:
Características destacadas de los bienes inmuebles
Entre las principales características de los bienes inmuebles destacan su inmovilidad, es decir no pueden ser trasladarse, además son el tipo de propiedad que tiene más valor, pero que está sujeta a regulación e hipoteca, y la no cosificación, que quiere decir que jurídicamente “no son cosas”
Características destacadas de los bienes muebles
Los bienes muebles son aquellos que generalmente, no requieren de registro estatal y están a disposición del propietario sobre la base de un contrato civil con un vendedor, u otra entidad.
Esta expresión determina de antemano la aparición del derecho de una persona u organización a poseer una propiedad adecuada.
Aunque, existen algunos tipos de bienes muebles que deben inscribirse en los registros estatales, e incluyen, un ejemplo son la mayoría de los modos de transporte. En algunos casos, será necesario registrar los bienes muebles para fines específicos ante las autoridades competentes.
¿Cuáles son los tipos de bienes inmuebles?
Generalmente, la clasificación de los bienes inmuebles se agrupa en las definiciones del Código Civil, y se subdivide en estas categorías: bienes inmuebles según su naturaleza, según su incorporación, según su destino, la accesión, representación y ubicación.
La categoría de los bienes inmuebles según su naturaleza, establece que estos bienes pueden clasificarse según su relación con el suelo o subsuelo al que están unidos.
Mientras que, según su incorporación, establece la forma en que los bienes inmuebles han sido asimilados al suelo. Es decir, pueden incorporarse al terreno por anclaje, como es el caso de los edificios y carreteras.
Por otro lado, la categoría por destino hace referencia a los bienes inmuebles según su tipo de destino, y son los elementos que añade el propietario del inmueble para su explotación u ornamentación.
Otra de las categorías que entran en la clasificación es la accesión y se trata de los elementos que aunque pueden desplazarse de un lugar a otro, están instalados en la estructura del inmueble como es el caso de las ventanas y puertas.
Mientras que, por la categoría representación, se consideran bienes inmuebles los documentos que acreditan a la persona o grupo de personas como propietarios, el registro de propiedad es un ejemplo.
Por último, los bienes inmuebles se pueden clasificar por ubicación, dependiendo de lugar donde se ubique el bien inmueble (ya sea en el campo o en la ciudad), y se pueden clasificar entre finca rústica y finca urbana.
La finca rustica es un de terreno que ha sido destinado a la explotación agrícola, y generalmente está sujeta a la actividad económica, mientras que la finca urbana es un terreno urbanizable dentro de la ciudad.
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